Para el especialista Alejandro Cárdenas, el triatlón es una manera de conservar la salud y demostrar a sus pacientes que se puede tener calidad de vida.
El 23 de mayo a las 7:30 de la mañana, en Boca del Río, Veracruz, Alejandro Cárdenas estará cumpliendo su reto anual: nadar 750 metros, pedalear en bicicleta 20 kilómetros y correr otros 5 kilómetros. Sera su treceavo triatlón.
Este médico internista del Hospital Ángeles del Pedregal se define como un ¨enamorado del deporte¨.
Perteneció al equipo de atletismo de la preparatoria y, mientras estudiaba en la Facultad de Medicina, se integró al equipo de la UNAM.
"La mejor manera de convencer a mis pacientes de que pueden mejorar su calidad de vida es que me vean aquí parado. Les digo: ' todos podemos hacer esto, no me digan que no se puede '"
¨Corría 800 y mil 500 metros planos, y 400 metros de relevos; también hice salto de longitud y de altura¨, recuerda.
Después de tres años de no practicar ningún deporte, por la demanda del tiempo de su profesión, el amor resurgió en 1996, cuando ante el reto de un amigo organizó el primer triatlón del club del hospital.
¨Mientras corría en la banda sin fin, al lado corría un amigo, pero a los 800 metros yo ya no podía, estaba agotado; él se empezó a reír y me dijo:
-No, ya no tienes remedio, retírate al ajedrez.
-No, lo que pasa es que no he entrenado.
-No te creo. -En serio, pero sabes qué, me voy a poner a entrenar y te garantizo que en poco tiempo lo voy hacer mucho mejor.
-¿Pero cómo lo vamos a saber?
-¿Por qué no organizamos un triatlón?¨
Y así fue, en mayo de ese mismo año, se encontró nadando en las playas de Acapulco. Desde entonces, cada año participa en un triatlón.
Sus mejores marcas: 5 kilómetros de carrera en 25 minutos; 750 metros de natación, en 20 minutos; y 20 kilómetros de bicicleta, en 30 minutos. Una hora con 15 minutos de esfuerzo, intenso, como su amor al deporte.
Para lograr eso, en ningún momento del año debe dejar de entrenar, aunque los dos o tres meses previos al triatlón le agrega mayor esfuerzo. Incluso realiza ejercicios propios de los boxeadores para incrementar, en poco tiempo, su capacidad de resistencia. El cerro del Ajusco y el parque natural Las Estacas, en el estado de Morelos, son los escenarios donde mejora su velocidad y resistencia en cada una de las disciplinas.
Sólo un año no ha dedicado tiempo suficiente al entrenamiento. ¨En 2005 casi no tuve tiempo y con un entrenamiento muy raquítico me presenté a la competencia, te juro que me costó un trabajo impresionante, me dieron calambres en las piernas, ya quería que se acabara, pero cuando terminó me regresó el bienestar, por que contra todo, terminé y además llegue en tercer lugar, logré ¨salvar el honor¨, comenta el médico de 53 años.
Su hijo menor suele compartir sus horas de entrenamiento, también algunos de sus sobrinos y, a veces, su hijo mayor y su hija.
El entrenamiento que realiza para los triatlones le ha alcanzado para participar en otras competencias. Aquel 1996 fue un parteaguas: en febrero no podía terminar 800 metros de carrera, pero en mayo hizo su primer triatlón; en junio, medio maratón del Día del Padre; en agosto, el maratón de la Ciudad de México y, en diciembre, el maratón de Cancún.
¨Para que veas que la tolerancia al esfuerzo del cuerpo humano es inigualable¨, concluye.
