Tiemblo luego existo
El Parkinson es una enfermedad que cuando se instala produce un cambio radical de la calidad de vida y peor aún si no es tratada de manera adecuada. Es importante saber que se registran de 8-160 casos por cada 100 mil habitantes, 10% son menores de 40 años de edad, la distribución universal es de 4.3 millones de casos y se cree que más del 1% de los mayores de 65 años están afectados.
En la etapa inicial de la enfermedad permanecen sin diagnóstico el 55.2% de los casos, en la etapa moderada 28.5% y en los casos avanzados 10.2% no son diagnosticados, aunque en esta fase el diagnóstico es mucho más sencillo por lo florido del cuadro clínico. Se gastan 6000 millones de dólares anualmente en esta enfermedad.
Las causas son múltiples se dice que existen 14 genes identificados con la enfermedad y que pueden tener relación con la herencia, el ingerir agua de pozo, consumir herbicidas, la contaminación y la vida en zona rural pueden influir sobre su aparición.
Las lesiones se asocian a la presencia de una proteína llamada sinucleína que degenera la substancia negra que se ubica en el cerebro medio o mesencéfalo de los individuos afectados (hay cerebro anterior, medio y basal), lugar donde se produce la dopamina.
Bioquímicamente lo que se pierde son los niveles de dopamina, los cuales se encargan de que la transmisión para el movimiento se encuentre perfectamente regulado, al perderse esta substancia el paciente estará rígido, entumido, tendrá temblor en reposo y trastornos de la marcha al arrancar y detenerse.
Es importante detectarlos en la etapa temprana para tratar de retardar lo más posible la degeneración de la substancia negra.
Los sueños vívidos, la disminución de la capacidad olfativa sin otras causas, estreñimiento, el dolor de hombro sin causa aparente y el deterioro de la inteligencia pueden ser el anuncio de un futuro Parkinson.
La etapa temprana se trata con neuroprotectores (hasta 3 años)
La etapa con complicaciones del movimiento como la falta de balanceo de los brazos, cambios en la marcha por rigidez, disminución de la amplitud de los movimientos se trata con medicamentos llamados agonista dopaminérgicos y/o inhibidores de la monoaminooxidasa.
La etapa con temblor y fluctuaciones del movimiento se manejan con todos los anteriores mas la levododopa.
Tristemente entre más pronto necesite el paciente levodopa mas pronto su deterioro severo llegará, ya que acelera la degeneración de la substancia negra donde se produce la dopamina natural. Por eso iniciar con el tratamiento adecuado retarda el uso de dopamina.