Presencia de Sangre en la orina
Es motivo de alarma el que un paciente observe la presencia de sangre en cualquiera de los líquidos emitidos por su cuerpo llámese secreciones, orina o excremento; con justificada razón ya que esto es claramente anormal y necesita una evaluación médica para ubicar el origen o procedencia de esta fuga.
En el caso de la hematuria (presencia de sangre en la orina en cualquiera de sus dos versiones macroscópica o sea que aprecia a simple vista o microscópica que se puede observar solo con el microscopio) si fue detectada en un examen general de orina y es microscópica trataremos de hacer los diagnósticos probables con los que se pueda relacionar de acuerdo a los antecedentes del paciente y si es macroscópica igualmente las causas probables serán estudiadas para hacer lo que en medicina se llama diagnóstico diferencial.
El aparato urinario está compuesto por riñones en la parte supérior y posterior del abdomen uno de cada lado, conectados a la vejiga por los uréteres (conductos que bajan la orina de riñones a vejiga), luego la vejiga que colecta la orina hasta que por acumulo de volumen hace que aparezca el deseo de miccionar expulsando el contenido a través de la uretra.
En el caso de hematuria el 10% se debe a trastornos en la región de riñones o uréteres y de este 10%:
1) De las causas ubicadas en ésta zona la litiasis (formación de piedras) ocupa el 40%.
2) Las enfermedades renales como la glomérulonefritis (esta es una estructura del riñón considerada muy importante para el funcionamiento y los intercambios de líquidos y electrolitos como el sodio y el potasio) pueden estar involucradas, así como la esponjiosis renal y la necrosis papilar (destrucción de las papilas renales estructuras que forman parte de la anatomía renal) que se presentan en un 20% de las causas ubicadas en la parte superior de las vías urinarias)
3) Finalmente el cáncer de células renales y el cáncer del urotelio tienen una frecuencia entre las causas de 10 y 5% respectivamente del total de las ubicadas en la parte superior de las vías urinarias.
En la historia clínica del paciente para poder determinar o precisar la causa se tiene que interrogar al paciente sobre el uso de analgésicos (pueden producir necrosis papilar o inflamación del tejido interno de la vejiga como en la cistitis química, o en la nefritis intersticial por inflamación del tejido renal), el antecedentes de enfermedades crónicas y agudas que pueden influir sobre el comportamiento de los tejidos por inflamación o por infección.
Indudablemente que la presencia de sangre puede estar relacionada con la invasión por cáncer cuando no hay dolor y de litiasis cuando hay dolor.
También la hematuria de vías inferiores (vejiga y uretra) asociada a sintomatología urinaria como ardor al orinar, urgencia y aumento de la frecuencia está provocada por infección de origen bacteriano y desde luego si no se relaciona con dolor puede estar ocasionada por un tumor maligno.
En el caso de los hombres debemos de agregar una estructura más al sistema urinario que complementa el urogenital y es la próstata, que cuando crece moderadamente sin relacionarse con cáncer puede producir hematuria microscópica benigna.
Si un paciente recibe anticoagulantes y presenta hematuria no hay que pensar que la causa de la misma es el anticoagulante sino que deberá de evaluarse para descartar las otras causas.
En la exploración física y el interrogatorio se puede determinar la sintomatología del paciente relacionada con dolor, fiebre, ataque al estado general, pérdida de peso, cronicidad o presencia aguda de los síntomas y signos. Al palpar el abdomen se pueden detectar masas y al revisar la región inguinal ganglios, todo ello servirá para integrar un cuadro clínico y presumir un diagnóstico.
El estudio con urografía combinada con tomografía (con medio de contraste se tiñen las vías urinarias permitiendo visualizar el contenido de las misas, deformaciones o crecimientos, en la fase en la que se elimina medio de contraste administrado por vía intravenosa se estudia el comportamiento de la eliminación y como tiñe las diferentes estructuras del riñón además las dilataciones por obstrucción o deformidades). El ultrasonido es un estudio complementario y la endoscopia que se hace a través de la uretra es un gran recurso ya que deja ver directamente las lesiones y facilita su resolución, toma de biopsia o clasificación.
Ya que todos estos padecimientos pueden complicar la calidad de vida del paciente o su supervivencia deben ser siempre resueltos o tratados mientras duren, y no dejarlos evolucionar sin control.
Bibliografía:
McPhee SJ. Diagnóstico Clínico y Tratamiento. 49a edicipon. McGrawHill. 2010