Trastornos por pánico
Ataque de Pánico
Se presenta en un paciente que aparentemente puede no tener ninguna enfermedad, no hay una lógica para su angustia desde el punto de vista médico, su expresión es exagerada para lo que realmente confronta y el grado de afectación que observamos es alarmante. La mayoría de estos pacientes afortunadamente se recuperan sin secuelas y sin complicaciones.
El ataque de pánico se refiere a un ataque agudo de ansiedad en una persona que por su condición y equilibrio pisco-social-orgánico se encuentra lábil y con una alta carga de inseguridad.
Se manifiesta con alteraciones fisiológicas como palpitaciones, sudoración, dificultad respiratoria, disminución de la presión, boca seca y pérdida de la energía con sensación de indefensión e impotencia, así como de riesgo inminente.
Existe una relación de frecuencia de 2 mujeres por cada hombre, la tendencia es familiar. El periodo premenstrual predispone al igual que situaciones traumáticas de salud de amigos cercanos o familiares.
Con frecuencia los pacientes se someten a valoraciones médicas de emergencias con sintomatologías bizarras que no encajan en un cuadro clínico específico de alguna enfermedad pero que sin embargo al paciente no le queda claro que no esté en un cuadro de suma gravedad. En ocasiones la revisión médica y los resultados normales le llegan a tranquilizar por un largo periodo y en otras el paciente retoma el tema con mayor intensidad aduciendo que no fu evaluado en otros aspectos que el considera que son los verdaderos causantes del problema y así sucesivamente acudirá con un médico y con otro sin encontrar una respuesta satisfactoria si sigue sintiendo las molestias.
Las crisis de pánico durante el sueño se presentan en 30% de los pacientes y no son pesadillas, solo la manifestación de la severa ansiedad que manifiesta el paciente.
El infarto al miocardio, el efecto de algunos medicamentos, el efecto de algunas drogas y el feocromocitoma (tumor de las suprarrenales que secreta catecolaminas) puede simular un ataque de pánico.
Igualmente un ataque de pánico puede ser el detonador en un paciente que ya tenga dañadas las coronarias de un infarto al miocardio.
Estos pacientes se deprimen con frecuencia debido a la recurrencia de sus eventos. Tratar la depresión, la práctica del ejercicio, una dieta sana, el reforzamiento en sesiones de psicoterapia y el saber que en las evaluaciones médicas están normales es de gran ayuda para el paciente, ya que con esto se le resta carga a la inseguridad y se modula su comportamiento anímico.
Bibliografía:
McPhee SJ. Diagnóstico Clínico y Tratamiento. 49a edicipon. McGrawHill. 2010