¿De qué sirve lo que hago para mejorar mi salud?

En realidad todos los esfuerzos de conservarme en buen estado consumiendo alimentos naturales, llevando una vida activa, realizando ejercicio, vigilando mis factores de riesgo, respetando el horario de consumo de alimentos, tendiendo periodos de relajación física y mental, saliendo de vacaciones, durmiendo bien, organizando mi vida para mantener un equilibrio laboral y financiero ¿tienen algún impacto real sobre mi salud?

Bueno pues ahí les va:

1) Si mi peso está por arriba de lo normal o sea sobrepeso, resulta que es el producto de un desequilibrio entre el consumo de alimentos y la cantidad de actividades que realizo en un día, así pues estoy ingresando en un grupo de personas que tienen una mayor tendencia a enfermarse y a morir de enfermedades cardiovasculares.
2) Si mi presión producto de mi genética, el sobrepeso y la falta de ejercicio está aunque sea discretamente elevada el impacto sobre mi organismo es prácticamente el mismo que si estuviera muy alta en el plazo intermedio y largo, es decir me voy a enfermar de complicaciones cardiovasculares y seguramente podré morir de las misas.
3) Si acudo al médico porque mis niveles de colesterol están altos y me tomo un tratamiento por un mes o dos o tres, pero no continúo con el control continuo de este problema lo más seguro es que mi organismo se comporte como si no le hubiera ayudado en nada, y pues entonces se depositará la grasa en las arterias y estas se taparán y tendré infartos y embolias con sus respectivas consecuencias.
4) Si solo fumo un poco pero durante muchos años no hay mucha diferencia respecto al impacto que esto producirá sobre mi organismo, ya que desarrollaré enfermedades de las arterias y venas que concursarán por llevarse mi calidad de vida a la basura sin hablar del cáncer y otras complicaciones pulmonares que acompañan a este hábito.
5) Si voy al médico dos veces al año antes de enfermarme pero no hago nada de lo que me dice es obvio que es como si nunca hubiera ido y les puedo asegurar que irremediablemente progresaran mis riesgos hasta llegar al objetivo que es la enfermedad.

Entonces el resultado de no comprometerse con la salud de manera sostenida y consciente, equivale a no obtener los beneficios de la prevención

El concepto prevención es el resultado de un compromiso ineludible con la lógica de protección a mi organismo donde el principio básico es primero no hacerme daño con lo que hago, segundo evitar que los factores inherentes a mi genética como son la diabetes, hipertensión, colesterol alto y tendencia a la obesidad puedan presentarse o progresar hacia estados más complicados o severos, tercero lidiar con las costumbres, hábitos y preferencias negativas de mi entorno logrando eludiéndolas para protegerme y finalmente cuarto ponerme en las manos de un médico internista que sepa qué hacer con todo esto para preservar mi integridad y calidad de vida con estrategias de prevención y preservación del estado de salud.

Si medio me cuido estaré siempre en vías de enfermarme solamente es cuestión de tiempo, si me cuido bien evitaré la progresión.

El hecho de que la gente siga obesa, hipertensa, con colesterol elevado y diabetes a pesar de las campañas nacionales de información, prevención y educación en la salud, es el resultado no tomar conciencia de que si no hacemos las cosas bien no se compondrán. Los números dicen que la obesidad no disminuye, que la hipertensión no baja y que las enfermedades cardiovasculares se siguen incrementando.

El hecho de que las vacunas nos protejan también es debido a que con una sola dosis o 3 podemos aislarnos del riesgo, el cual no quedará ya bajo nuestra responsabilidad, por lo tanto no hay opción, estamos protegidos y ya, en cambio, cuando dejamos la responsabilidad al paciente de su cuidado, el resultado es desastroso, debido a que la información no permea hasta su instinto de conservación y simplemente deja de cuidarse en cualquier momento sin pensar en que esto le puede constar la calidad o la vida.

Las estadísticas en los congresos mundiales y en los registros de población hablan siempre de más enfermos no de menos, y esto créanme es grave, ya que no existe en el mundo una economía capaz de lidiar con las complicaciones de las enfermedades y su cronicidad. Estados Unidos de Norte América es el país que más gasta en salud, tanto como 20 veces más lo que gaste cualquier otro país del orbe, sin embargo ya se vio que no es cuestión de dinero y que sin la prevención no hay estrategia que rinda frutos a largo plazo.

Nuestro querido México está carente de recursos, sobre todo el más determinante y de mayor impacto que es la educación, sabemos que si educamos bien a los niños lograremos cambiar las tendencias, sin embargo, debido a que la educación en su mayoría está a cargo de personal deficiente, irresponsable e inculto, que no entiende ni se compromete con los valores de prevención nos hemos visto privados de este recurso que podría hacer girar en un futuro nuestras tendencias en salud.

La economía es una limitante de gran impacto ya que la creación de centros de información es crucial, para de ahí, distribuir conocimientos a toda la población en especial a los niños.<

De cualquier forma todos debemos adquirir el compromiso en nuestras comunidades como padres, como directivos, jefes de trabajo, empleados y profesionales de difundir un mensaje que vuelva congruente a nuestro actuar en todos los medios, con la necesidad de cuidar el más valioso recurso de los seres humanos que es la salud.

Sin salud este país está condenado a la irrelevancia, al gasto excesivo y a la debacle económica y social, es por eso que el médico como líder en este campo debe participar activamente en todo el proceso de generación de salud y preservación de la misma, ayudando a definir estrategias, políticas y optimizando los recursos disponibles en este momento.

Te invito a reflexionar e informarte adecuadamente y actuar con congruencia responsabilidad y compromiso.