Editorial: Hemorroides
Los síntomas característicos de esta enfermedad son sangrado rutilante (rojo claro) por recto al evacuar, protrusión te las dilataciones venosas en forma interna o, a través del ano, señales que alarman con frecuencia al paciente.
La función de las venas hemorroidales es servir de enlace entre la parte arterial y venosa en la zona anal, también se encargan de participar en la hidratación y el acolchonamiento de la zona, favorecen la elasticidad del esfínter anal, ayudan en la compresión y la contención del mismo.
Normalmente las sintomatología de la inflamación de las venas hemorroidales es interna y la única expresión clínica es sangrado discreto que se aprecia en el papel después de evacuar, o con un tinte rojizo del agua del excusado al evacuar. Normalmente el sangrado es muy discreto y escaso y no llega a producir anemia.
Las hemorroides al inicio son internas, no duelen y solo sangran, posteriormente pueden doler si se obstruyen al depositarse un coágulo en su interior, al protruir inflamadas por el ano hacia el exterior (entonces se llaman mixtas internas y externas) y quedar atrapadas con compromiso del flujo en la vena lo que favorece la ingurgitación. las hemorroides externas dan la sensación de cuerpo extraño en la zona anal, lo que resulta sumamente incómodo; además de que se pueden acompañar de escurrimiento intestinal manchando la ropa y produciendo irritación, humedad y mal olor.
Las hemorroides trombozadas son extremadamente dolorosas, impiden sentarse a la persona afectada y se consideran una indicación quirúrgica así como el sangrado incontrolable.
El sangrado se puede controlar con escleroterapía durante la anoscopía, electrofulguración o electrocoagulación, ligadura de la vena afectada durante la endoscopía.
El diagnóstico diferencial de esta enfermedad se debe de hacer con el cáncer de colon, las úlceras por amibas o enfermedades inflamatorias crónicas o agudas (amibiasis, enfermedad de Chron o la colitis ulcerosa inespecífica).
El tratamiento dietético evitando los irritantes, incluyendo frutas y verduras, e ingiriendo medicamentos venotónicos es de gran ayuda.
El embarazo, el antecedente de várices en la familia, el estreñimiento, la falta de fibras en la dieta, los irritantes como el chile o el trauma local durante el sexo anal son situaciones que colaboran en el desarrollo de lesiones o inflamación de las hemorroides.
El estudio diagnóstico por excelencia es la anoscopía o la recto-sigmoidoscopía que es diagnóstica y terapéutica.
Consultar al médico resulta imperativo para descartar padecimientos que podrían ser omitidos y poner en riesgo la integridad del paciente.
Bibliografía:
Maxine and Papadakis. Current Medical Diagnosis and Treatment. 2014
Atentamente.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo.
Presidente
Ejercicio es Medicina en México
Médico Internista
Expresidente del CMIM
Fellow of the American College of Medicine
Miembro del Comité de la ISIM
www.exerciseismedicine.org.mx
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