Editorial: Delirio
Delirio (desorden del intelecto, estado de confusión agudo)
El delirio puede ser producto de una enfermedad primaria del cerebro como la demencia o la manifestación de algún problema orgánico general como puede ser un desajuste de la Diabetes, la asociación a una neumonía con baja de oxigenación, a una infección gastrointestinal o producto de deshidratación., los casos multifactoriales son muy frecuentes. En algunas ocasiones el factor detonante es una hospitalización por cualquier causa o el uso de medicamentos sobre todo aquellos que influyen en el cerebro.
Puede suceder que el paciente que llegó al hospital consciente y orientado en tiempo, persona y espacio, que se mostró cooperador y que estaba perfectamente enterado de su situación de salud y la motivación de la hospitalización, se muestre ahora confuso, no reconozca el sitio donde está, a sus familiares y no recuerde que hace o donde vive. Cuanto más dure la hospitalización, mayor sea la edad del paciente y el paciente se encuentre más delicado, mayor será el riesgo de padecer delirio.
El impacto que el evento produce en los familiares es de alarma extrema ya que no pueden concebir que una persona que unas horas antes era perfectamente normal, aparezca ahora como alguien incontrolable, incapaz de concentrarse y confuso. El paciente puede entrar y salir a de la normalidad creando aún más desconcierto entre los familiares.
Hasta 14% de los pacientes geriátricos pueden padecer de delirio en el hospital.-
Los pacientes que se ven afectados con frecuencia son los ancianos y en especial los hospitalizados. El comportamiento es menor por las mañanas y se agrava por la noche
El delirio se caracteriza por una alteración transitoria de las funciones cerebrales que se relación con la inteligencia y la memoria, el trastornos puede ser superficial o muy grave. El paciente no puede recordar hechos del pasado y respecto a los hechos recientes el recuerdo es de 30 segundos o menos, el paciente repite gestos, acciones a palabras de manera irracional y sin darse cuenta. Se altera la interpretación de los hechos a través de los sentido, de tal forma que el paciente no puede percibir con claridad eventos cotidianos como puede ser la degustación de los alimentos o la sensación en la piel del sol (ilusiones a través de los sentidos y alucinaciones)
El delirio con frecuencia se asocia a la depresión, a la irritabilidad, a la ansiedad y a la agitación. El paciente delirante no controla sus impulsos y se puede tornar violento, agresivo o tener conductas exhibicionistas mostrando poco pudor.
El delirio puede ser con poca actividad (hipoactivo) donde el paciente se la pasa durmiendo o con aumento de la actividad o hiperactivo (paciente agitado, irritable, ansioso, insomne y agresivo). Existe con frecuencia una combinación de ambos elementos.
Los pacientes con delirio deben ser siempre vigilados por personal especializado, familiares o ambos, nunca deben estar solos, ya que sus conductas pueden ser peligrosas para ellos o las personas con las que conviven, todo, resultado de la percepción del paciente de una realidad alterada.
El tratamiento se basa en la corrección o control de cualquier problema subyacente o enfermedad, medicamento o circunstancia que haya roto el equilibrio del paciente. Todos los detalles deben ser tomados en cuenta y resueltos con diligencia, informando a los familiares del curso y de las posibilidades de recuperación o agravamiento del paciente.
Habitualmente los pacientes al regresar a sus domicilio mejoran notablemente , el entorno de su vivienda facilita la reprogramación de su cerebro para ubicarse en la realidad.
Estudios de laboratorio, investigación de infecciones, evaluaciones neuropsiquiátricas, reposición del oxígeno si se necesita, hidratación, aseguramiento de la alimentación y convivencia de miembros de la familia allegados al paciente facilitaran a encontrar respuestas y soluciones.
Si el paciente toma medicamentos para dormir, antidepresivos o antipsicóticos no deben ser suspendidos.
La colaboración de médicos, familiares, y personal paramédico es indispensable para la recuperación del paciente y el regreso a la vida normal e independiente que tenía.
Recordar también que los pacientes con delirio al regresar a casa pueden complicarse con facilidad producto de la conducta desajustada y de su duración, se sabe que hay un incremento de muertes en esta etapa de la posthospitalizacion por delirio, en los primeros meses de su egreso por lo que consideramos que el paciente debe seguir en terapia médica por unos meses más.
Existen muchos medicamentos en el arsenal médico para el control de este problema que muy frecuentemente enfrenta el internista.
Si el paciente tiene demencia o enfermedades psiquiátricas previas el pronóstico empeora y la solución puede resultar difícil.
El estudio multidisciplinario del paciente puede ser necesario aunque no obligatorio, esto lo decidirá el médico tratante. El paciente con delirio puede ser manejado en casa o en el hospital dependiendo del caso y su gravedad.
Bibliografía:
Maxine and Papadakis. Current Medical Diagnosis and Treatment. 2014
Atentamente.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo.
Presidente
Ejercicio es Medicina en México
Médico Internista
Expresidente del CMIM
Fellow of the American College of Medicine
Miembro del Comité de la ISIM
www.exerciseismedicine.org.mx