Editorial: Síndromes para-neoplásico
Manifestaciones de tumores que pueden alertar al médico
Estos síndromes son el resultado de un tumor que crece en el organismo y que es maligno, que puede tener una dimensión que se resuelva con tratamiento médico o quirúrgico. Las manifestaciones para-neoplásicas no son producto de la invasión del tumor, más bien son resultado de las substancias que producen las células tumorales, o de los efectos de substancias que produce el tumor (modificando el comportamiento del aparato de defensa del organismo), o de los efectos que la presencia del tumor genera sobre el comportamiento de la coagulación.
Las manifestaciones pueden ser neurológicas, hematológicas (en sangre), dermatológicas (en la piel), endocrinológicas (hormonales) o renales (en los riñones).
Los tumores pueden causar signos y síntomas lejos del propio lecho tumoral o de sus metástasis (siembras a distancia del tumor), conocidos como síndromes paraneoplásicos. Son secundarios a la producción de hormonas biológicamente activas, factores de crecimiento, citoquinas, anticuerpos u otras sustancias no bien identificadas y producidas por el tumor.
Los síndromes para-neoplásicos pueden ser el primer signo de enfermedad, y su identificación crucial para lograr una detección precoz del tumor. Ciertos síndromes paraneoplásicos que cursan con secreción de proteínas pueden ser utilizados como marcadores tumorales, facilitando el seguimiento y la valoración de respuesta tras los diferentes tratamientos.
En ocasiones pueden representar la sintomatología principal de la enfermedad, por delante de la motivada por el tumor primario.
El diagnóstico de los síndromes paraneoplásicos se debe alcanzar descartando metástasis, infecciones, procesos vasculares, trastornos metabólicos no secundarios al tumor y efectos secundarios del tratamiento antineoplásico.
El tratamiento de los síndromes paraneoplásicos es el de la propia enfermedad que los origina: el tumor. En ciertas ocasiones, en las que la enfermedad de base no puede ser tratada, los síntomas y las complicaciones causados por el síndrome paraneoplásico deben ser tratados. Dicha sintomatología puede ser mucho más importante que la ocasionada por el tumor primario.
Existe una amplia variedad de síndromes paraneoplásicos, incluyendo síndromes endocrino-metabólicos, hematológicos, gastrointestinales, renales, cutáneos y neurológicos.
Un comportamiento paraneoplásico de un tumor se observa cuando por ejemplo, tumores de pulmón pueden tener que ver con una funcionamiento acelerado de la tiroides, o cuando un tumor de colon puede producir anemia, o un linfoma puede generar daño renal (glomérulonefritis), un cáncer de estómago puede ocasionar trastornos de la piel y de la mucosa de la boca y/o cuando un cáncer de páncreas puede manifestarse con un coágulo en algún sitio del organismo ocasionando embolias (coágulos que parten de un sitio a otro) o trombosis (coágulos en el sitio).
La importancia de los síndromes para-neoplásicos es que nos pueden alertar sobre la presencia del tumor antes de que este sea intratable.
Los SP son un conjunto de signos y síntomas secundarios a efectos distantes al tumor, independientes de las manifestaciones mismas de ellos y de sus metástasis. Estos efectos se asocian con varios mecanismos:
Secreción de ciertas hormonas, desarrollo de autoinmunidad y aún otros que permanecen desconocidos hasta el momento.
En los últimos 15 años se ha avanzado en el conocimiento de los SPN, descubriéndose diversos antígenos y anticuerpos que podrían estar relacionados con el desarrollo de los signos y síntomas vistos en estos desórdenes.
El resultado de las investigaciones apoya fuertemente una origen autoinmune (aparato inmunológico que auto-ataca al organismo), se postula una reacción antígeno-anticuerpo que afectaría tanto a las células tumorales como al cerebro y los nervios.
De todas maneras aún no está bien definido el mecanismo por el cual actuarían. La frecuencia real de estos desórdenes es difícil de precisar pero siempre es baja (1 a 7%).
Lo importante a destacar es que a pesar de su baja frecuencia, su aparición por lo general precede a la detección del tumor, pudiendo así conducir a un diagnóstico en una etapa temprana y a un tratamiento con más posibilidades de éxito.
Las manifestaciones pueden darse a cualquier nivel. En algunos casos de degeneración cerebelosa ó neuropatía sensitiva de evolución rápida y/ó severa, quizás debería pensarse en la posibilidad de un cáncer subyacente.
Comportamientos poco comunes de enfermedades comunes pueden tener relación con la presencia de un tumor y estar dando manifestaciones secundarias a mismo, razón por la que no se encuentra la causa convencional del problema.
Habrá que estar alerta siempre con una buena evaluación clínica.
Bibliografía:
1. Bibliografía
Boletín Oncológico Español. Hospital de Teruel. 2014.
Atentamente.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo.
Presidente
Ejercicio es Medicina en México
Médico Internista
Expresidente del CMIM
Fellow of the American College of Medicine
Miembro del Comité de la ISIM
www.exerciseismedicine.org.mx
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