Editorial: Artritis Reumatoide
Eleuterio desde hace 5 años por las mañanas comenzó a sentirse entumido al despertar, le costaba trabajo activar sus articulaciones las cuales estaban rígidas (rigidez matutina), posteriormente al paso del tiempo esto empeoró, en varias ocasiones acudió al médico sin embargo no tuvo resultados favorables, la explicación que le daban del problema tenía poco de consolador y mucho de confusión (problemas de estrés, problemas psicológicos, falta de descanso y de ejercicio). El recordaba que hace 20 años fue tratado por los médicos por un problema de fiebre reumática y le preocupaba que hubiese vuelto a activarse, sin embargo estudios y conclusiones no relacionaron este problema antiguo con lo que sucedía en la actualidad.
Acudió con el cardiólogo, con el médico general, con el reumatólogo y con el neurólogo (este último por la presencia de mareo en los últimos dos meses) sin poder obtener un tratamiento que solucionara el problema.
Eleuterio hace diario 30 minutos de ejercicio combinado teniendo en los dos últimos años que disminuir el de resistencia con pesas por el dolor que padece en las articulaciones. Desde hace 6 meses ya no mejora tan rápido con la actividad al levantarse y sigue con molestias en el transcurso del día sobre todo dolor en las articulaciones con limitación de la movilidad (artritis).
Acudió hace 2 meses a consulta de medicina interna con los estudios antiguos donde se aprecia un marcador de factor reumatoide muy alto que no fue tomado en cuenta ni rectificado en consultas subsecuentes, aun considerando que es una pista importante y que puede tener relevancia para el diagnóstico indudablemente asociada a la información de la historia clínica donde el paciente reporta su evolución.
La calidad de vida de Eleuterio se ha ido modificando al paso de estos 4 años, cada vez con más limitaciones, debilidad, manifestaciones alérgicas nasales, sensación de fiebre y desesperanza por la falta de respuesta a su padecimiento y la carencia de un diagnóstico objetivo, incluso ha tomado tratamiento antidepresivo.
De inmediato nos dimos a la tarea de diseñar un tratamiento para mitigar sus molestias, mejorar su movilidad y su sensación de bienestar. Se solicitaron los exámenes correspondientes para verificar todos los apartados orgánicos posiblemente involucrados y posteriormente ya con las evidencias de cada apartado se pudo llegar al diagnóstico sospechado de artritis reumatoide.
El diagnóstico de artritis reumatoide se infiere en pacientes de cualquier edad con rigidez matutina y dolores articulares asociados, con artritis simétrica de manos y pies predominantemente, con deformidades en los casos de enfermedad progresiva (nuestro paciente aún no las tiene). Las radiografías demuestran osteoporosis, erosiones y disminución del espacio de las articulaciones afectadas. En 70 a 80% de los casos es positivo el factor reumatoide y los anticuerpos contra péptido cíclico de citrulina (Anti-CCP). Otras manifestaciones extra articulares ya que se trata de una enfermedad sistémica, son los nódulos por debajo de la piel, derrame pleural, pericarditis (derrame alrededor del corazón), crecimiento de ganglios, crecimiento del bazo, disminución de glóbulos blancos y vasculitis (inflamación de vasos sanguíneos por debajo de la piel y mucosas).
La prevalencia de la enfermedad en la población general es del 1%, con predominio en mujeres 3 veces mayor que en los hombres, más frecuente entre los 40 y 50 años en las mujeres y después de los 60 en hombres. La enfermedad tiene un origen inmunológico donde están involucrados varios genes y moléculas HLA de la clase II y su epítope compartido (secuencia de 5 aminoácidos).
El tratamiento debe ser llevado con regularidad y conocimiento de parte del paciente sobre efectos colaterales, expresiones que debe de reportar al médico y magnitud de la respuesta. Existen los tratamientos con productos biológicos altamente efectivos aunque costosos con excelente resultados. El tratamiento sintomático es un pilar importante y el control de la respuesta inmunológica la clave de la remisión de la enfermedad.
No debe retrasarse el tratamiento ya que le quita oportunidades al paciente de solución, se debe llevar a cabo cuanto antes y por personal experto.
El ejercicio es una parte medular del tratamiento y debe ser siempre tomado en cuenta ya que tiene potencialidades antin-flamatorias y de rehabilitación preservando la operatividad mecánica y la dinámica del aparato músculo esquelético.
Actualmente Eleuterio puede trabajar, se ejercita 90m minutos diarios de un programa mixto aeróbico y de resistencia, consulta al médico 4 veces al año y se considera afortunado de haber recuperado funcionalidad y calidad de vida, no ha tenido un brote agudo desde el inicio del tratamiento.
Bibliografía
McPhee S. Diagnóstico y Tratamiento. McGrawHill. 49ª Ed. 2010
Atentamente.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo.
Presidente
Ejercicio es Medicina en México
Médico Internista
Expresidente del CMIM
Fellow of the American College of Medicine
Miembro del Comité de la ISIM
www.exerciseismedicine.org.mx